Fisioterapia tras la cesárea

Una cesárea es una intervención quirúrgica que se realiza en el abdomen a través de una incisión dos centímetros por encima de los huesos del pubis para poder llegar así al útero y acceder al bebé. Para esto, se atraviesan varias capas como son la piel, el tejido de grasa subcutánea, la musculatura abdominal con la aponeurosis que la recubre, el peritoneo y por último, la parte baja del útero y la bolsa amniótica.

A pesar de que, actualmente, las técnicas quirúrgicas son menos agresivas, es importante entender que no sólo hay que tratar la cicatriz a nivel superficial y estético, sino también disminuir la rigidez de los tejidos y evitar posibles adherencias.

Estas cicatrices pueden causar disminución de la movilidad de los órganos, alteraciones de la postura, dolor lumbo-pélvico, alteraciones de la sensibilidad y/o dolor en la zona y engrosamiento de la cicatriz.

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El proceso de cicatrización puede durar de uno a tres meses, dependiendo del procedimiento quirúrgico que se haya utilizado y de las condiciones de cada persona. El tejido cutáneo más superficial suele tardar de 7 a 10 días en cicatrizar, mientras que el útero tarda unos 18 meses en alcanzar una cicatrización completa y adecuada. Por este motivo, no se recomienda un segundo embarazo antes de dos años tras una cesárea.

Cuidados de la cicatriz

  • Durante los primeros días, una vez retiradas las grapas, se deben empezar a realizar auto-masajes a los lados de la cicatriz, colocando los dedos paralelos a ella con un aceite de rosa de mosqueta o  rico en vitamina E.
  • Se puede empezar a realizar también un trabajo respiratorio favoreciendo las espiraciones largas y profundas para facilitar así la movilidad y activación progresiva de la musculatura más profunda.
  • Realizar también contracciones del transverso del abdomen en diferentes posturas, siempre y cuando no sean dolorosas.

A partir de la tecera o cuarta semana, es importante acudir a un fisioterapeuta de suelo pélvico, siempre y cuando no haya habido complicaciones en la cicatrización.

  • En primer lugar, se realizará una valoración del abdomen, de la musculatura perineal y de la postura.
  • Se empezará a trabajar la cicatriz a nivel superficial mediante masajes específicos, evitando así problemas de rigidez de los nuevos tejidos y que la cicatriz  quede tirante, retraída o engrosada.

Pasados de uno a tres meses tras la cesárea, iremos alcanzando poco a poco los tejidos más profundos y dependiendo de cada caso, se utilizarán diferentes técnicas de tratamiento.

Tratamiento de fisioterapia

  • Terapia manual específica mediante masajes, movilizaciones y estiramientos con el objetivo de alcanzar los tejidos más profundos favoreciendo el movimiento de las distintas capas para evitar o mejorar las posibles adherencias que se hayan formado entre los tejidos cicatriciales y los órganos.

 

  • Uso de Diatermia de alta frecuencia, mediante Tecarterapia para aumentar la vascularización de la zona, romper adherencias y acelerar el metabolismo celular suavizando la cicatriz y consiguiendo una mayor elasticidad.IMG_5303

 

  • Trabajo con ventosa, aplicando previamente un aceite sobre la piel, lo que permite el desplazamiento de la misma sobre el tejido deslizándose en diferentes sentidos realizando un vacum o manteniéndola de forma fija en un punto concreto. Este masaje con ventosa mejora la circulación sanguínea y ayuda a la movilización de tejidos mas profundos.

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  • Aplicación de kinesiotape para disminuir el edema y favorecer la movilización de los tejidos.

 

  • Trabajo con punción seca alrededor de la cicatriz y en las zonas de adherencias, empezando siempre en tejido sano no adherido con el objetivo de estimular la micro-circulación. Realizaremos también la técnica de cruzado de agujas por debajo de la adherencia para poder traccionar y plastificar los tejidos. Para esto, utilizamos una crema anestésica local, evitando así las posibles molestias.

A partir de los tres meses, podremos empezar a trabajar el abdomen de una forma más activa mediante Gimnasia Abdominal Hipopresiva, realizando una serie de ejercicios que combinan la respiración con un trabajo postural específico a baja presión itra-abdominal. Este tipo de gimnasia favorece la recuperación de la musculatura abdominal y perineal entre otros muchos beneficios.

 

Sabrina

 

 

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